El escritor y filósofo belga Luc Delannoy habló con SinEmbargo sobre Caliente, una obra que hace un recorrido por los mejores momentos de la historia del jazz latino y un registro de los músicos y las corrientes esenciales que han dado vida a esta experiencia musical, a la cual atraviesa un aspecto inherente al hombre: la migración.
Ciudad de México, 6 de abril (SinEmbargo).– “El elemento latino siempre ha estado presente en la génesis del jazz, no es un elemento agregado en el Siglo XX, en los años 40 del siglo pasado, sino que siempre estos elementos del Caribe hispano han estado presentes en el jazz y es importante restablecer esta verdad histórica”, expuso en entrevista el escritor y filósofo belga Luc Delannoy con motivo de su libro Caliente, editado en la colección popular del Fondo de Cultura Económica (FCE).
En esta obra, Delannoy da cuenta del carácter universal del jazz latino, la cual, señala, se manifiesta en la multiplicación creciente de su público y en la diversificación de sus repertorios. “La importancia de este género de la música popular es indiscutible: cada vez se aprecia más la influencia del Caribe y de Latinoamérica en todos los ámbitos de la cultura”, se lee en la reseña.
Así, en Caliente, Luc Delannoy hace un recorrido por los mejores momentos de la historia del jazz latino y hace un registro de los músicos y las corrientes esenciales que han dado vida a esta experiencia musical, a la cual atraviesa un aspecto inherente al hombre: la migración.
“Podemos hacer la historia de la humanidad a través de la historia de las migraciones y cuando hablamos de migración, pues hay diferentes aspectos: los placenteros, pero también el sufrimiento que acompaña a las migraciones. En el caso del jazz, nace de una serie de sufrimientos, de migraciones. Y es interesante de ver que el Caribe funciona como un vórtice migratorio, donde venían representantes de diferentes culturas, no solamente las europeas, principalmente franceses y españoles, sino también que vinieron a representantes de diferentes culturas, subsahariana, del norte de África también, y todos estos movimientos migratorios generaron avenidas comerciales, sociales, políticas y culturales nuevas”, platicó el autor de esta obra.
Delannoy compartió cómo la cuenca del Caribe se configura como una síntesis de todas estas expresiones culturales traídas con la migración. “Lo que entendemos por jazz hoy en día es una síntesis de todos estos movimientos migratorios que ocurrieron en la cuenca del Caribe en los siglos anteriores y también los movimientos migratorios en los mismos Estados Unidos, del Sur al Norte, del Norte al Sur. Todos estos movimientos migratorios internos han contribuido definitivamente al florecimiento de lo que llamamos el jazz”.
Esos mismos movimientos migratorios, indicó, también contemplaron a músicos mexicanos que viajaron hacia el norte, pero también movimientos migratorios de guitarrista, de músicos estadounidenses a México porque las fronteras en aquel tiempo no eran tan marcadas como hoy en día. ”Entonces hay un intercambio entre los guitarristas estadounidense y los músicos mexicanos, pero también socializaron con esclavos, con músicos del caribe, dominicanos puertorriqueños, cubanos y estos intercambios hicieron que se desarrolló un nuevo lenguaje, nuevos lenguajes musicales, uno de estos lenguajes es el jazz”.
